Cuenta la leyenda que unos pastorcillos guardaban sus rebaños cerca de la orilla del estanque "El Clot". Cuando sonaba la campana de la Iglesia Parroquial, en el cercano pueblo, bajo las aguas del estanque resonaba su eco.
Intrigados por el hecho uno de los pastorcillos sin pensarlo dos veces se sumergió en el agua, como no salía del estanque los otros dos que estaban con él se tiraron a salvarlo. Maravillados, dentro del agua encontraron una campana bajo la cual se escondía una imagen de la Virgen sentada en su trono con el Niño en brazos.
Los pastores dejaron la imagen en una antigua y humilde alquería que allí había, donde después se levantaría la ermita y avisaron a todos los habitantes del pueblo, quienes decidieron llevar la Virgen al templo Parroquial y declararla patrona de la villa, bajo la advocación de la "Mare de Déu de la Misericòrdia".
Puesto que tengo un blog de repostería y nuestro patrón San Blas ya tiene los rollos de San Blas, también quiero que la Virgen tenga su dulce.
En un principio había pensado hacer galletas con su imagen, llamándolas "morenitas de la Virgen de la Misericordia". Luego pensé que siendo para comer no estaría bien que consumiésemos tales galletas, por eso decidí hacer campanas de la Virgen de la Misericordia, ya que a la Virgen se la encontaron debajo de una campana.
Son unas galletas muy ricas y con mucha variación de ingredientes.
Para mí es un día muy especial ¡FELICES FIESTAS!