Esta receta únicamente la conocen tres pasteleros en el mundo y no revelan el secreto a nadie.
Aquí os muestro mi versión y creo que la más parecida, sobre todo después de haber probado los originales.
Vosotros también podéis realizar vuestra propia versión cambiando algunos ingredientes. ¡Ánimo y manos a la masa!
INGREDIENTES
Para la masa:
1 placa de hojaldre
Para la crema:
1/2 litro de leche entera
250 g de azúcar
50 g de harina de maíz
6 yemas de huevo
2 cortezas de limón sin la parte blanca
1 palo de canela
Mantequilla para pasar los moldes
PREPARACIÓN:
Enrollamos el hojaldre como un rulo o cilindro y lo cortamos en porciones de 3 cm.
Untamos los moldes con mantequilla y colocamos un trozo de hojaldre de pie en el centro de cada molde.
Los moldes que he usado son los que se usan para hacer magdalenas, también podéis usar los que se utilizan para hacer flan o los que tengáis a mano (siempre es mejor que sean bajos).
Poco a poco, vamos estirando la masa para que coja la forma del molde, del centro hacia afuera, dejando el borde un poco más gordito.
Pinchamos con un tenedor la base de la masa y a continuación dejamos que repose unos 15 minutos.
PREPARACIÓN DE LA CREMA DEL RELLENO:
Separamos unos 100 ml de leche en una taza. Después, añadimos la harina y batimos bien con un tenedor, para que se vaya diluyendo añadimos las yemas de huevo pasadas por un colador (remover bien para que no haya grumos).
En un cazo, calentamos la leche con el azúcar, la piel de limón y el palo de canela. Cuando empiece a hervir la leche, añadimos poco a poco la mezcla de harina, leche y azúcar sin parar de remover. Cuando vuelva a hervir, retiramos la piel de limón y el palo de canela.
Mezclamos bien hasta obtener una crema lisa y homogénea (la textura tiene que ser la de una crema pastelera pero más blanda).
Pasamos la crema a una jarra y rellenamos los moldes (una tercera parte para que no se desborde la crema).
Ponemos los moldes encima de una bandeja de horno y con el horno precalentado a 220 ºC por arriba y por abajo introducimos la bandeja y horneamos 15 o 20 minutos, hasta que veamos que la crema está dorada (como cada horno es diferente debéis estar pendientes para que no se queme).
No os preocupéis si la crema sube mucho, es normal luego ya bajará quedando en el punto justo.
Pasado el tiempo, retiramos y dejamos templar.
Finalmente los desmoldamos.
A la hora de comerlos puedes saborearlos tanto calientes como fríos (a vuestro gusto).
Justo antes de comerlos los espolvorearemos con azúcar glas y canela en polvo.
¡Buen provecho! Espero que os gusten.
0 comentarios:
Publicar un comentario
Muchas gracias por tus comentarios: